jueves, 14 de agosto de 2008

Donde reina la confusión hay corrupción

Por el hilo telefónico aún se escucha la voz apesadumbrada del escritor y gerente cultural José Napoleón Oropeza. Hace menos de 20 días puso los dedos en el teclado para escribir su renuncia a la presidencia del Ateneo de Valencia, una institución a la que había pertenecido desde los 17 años de edad y que presidía desde 1991.Su dimisión del cargo ocurrió luego de una toma de las instalaciones de la institución valenciana por parte de trabajadores que reclamaban el pago de beneficios salariales desde el mes de mayo.Pero la crisis no se debe sólo a la falta de cancelación de la nómina. La Gobernación del estado Carabobo redujo el presupuesto para el Ateneo, lo que afecta el desarrollo de programas como el Salón Bienal Arturo Michelena y la Bienal de Literatura José Rafael Pocaterra.El gobernador de Carabobo, Luis Felipe Acosta Carlez y el secretario de planificación de la entidad, Miguel González Chejade, denunciaron que "el arte había sido secuestrado" por parte de la institución y propusieron que las obras de la colección Salón Arturo Michelena pasen a ser propiedad del Ejecutivo regional. Además, señalaron que abrirían un proceso de investigación sobre la gestión de Oropeza, quien ahora no duda volver a teclear, pero respuestas.–¿Sigue pensando que su renuncia era necesaria ?–Renuncié motivado a una imperiosa necesidad de conciencia, pensando siempre que era la mejor salida. Los empleados que se apostaron a las puertas de las instalaciones del Ateneo solicitaban mi dimisión como un anticipo a todas sus justas peticiones.Siempre pensé que, para todos nosotros, el Ateneo era la escuela para la vida, el sueño y la creación. Me siento traicionado. Nadie me dio una explicación.–¿Cuándo y cómo se genera esta situación con los trabajadores? –La situación de malestar ante la fluidez de los recursos se venía arrastrando desde hace varios años. Diseñamos programas que generaran ingresos propios para solventar, gradualmente, lo que considero la mayor deuda, que es la contraída con el Seguro Social. La situación se agravó desde el mes de enero, pues desde esa fecha no recibimos los dozavos que la gobernación está comprometida a otorgar para el pago de la nómina de trabajadores y otros servicios. Estudiamos muchas opciones, entre ellas el trabajo a medio tiempo, aun cuando las personas recibirían el salario completo.Igualmente, se cancelaba el bono alimenticio a la mayoría de los empleados.–¿Intentó hablar con el gobernador Acosta Carlez?–Desde mediados del mes de marzo anunciamos los problemas que presentábamos con el retraso en los pagos, pero cada vez que visitaba o llamaba a los organismos encargados del trámite de subsidios de la Gobernación de Carabobo me decían que debía esperar. Llamé casi a diario y fui humillado en varias oportunidades. También notificamos públicamente el riesgo que corría la colección, producto de la incursión del hampa en el Ateneo. Cuando destrozaron los ductos de aire acondicionado y se llevaron parte de la tubería, planteé la grave situación a la gobernación y a la Alcaldía de Valencia. Pudimos solventar la situación gracias al apoyo del ingeniero Gustavo Urreola, director general de la alcaldía, quien adelantó dozavos para cancelar la nómina hasta el mes de abril. En lo personal, solicité un retiro de ahorros personales ante la Universidad de Carabobo para solucionar la grave crisis que nos causó el hampa.–¿Cuál es su postura frente a lo que está pasando en el Ateneo de Valencia?–El problema radica en que han cambiado las reglas del juego. Yo creo que lo que ha pasado en el Ateneo de Valencia, y lo que ha venido pasando en otros ateneos de Venezuela, es que desde hace seis años hasta ahora sólo se está planteando el apoyo financiero a planes específicos. Quienes están a cargo de la gerencia cultural no están conscientes de que los ateneos son instituciones multidisciplinarias de servicio a la comunidad. Nuestro trabajo comunitario acá data de una época en la que ni siquiera se hablaba de atención a las comunidades, pero no nos dan recursos para continuar con estos programas.–¿Qué refleja, en el fondo, esta situación? –Lo que empezó siendo un problema laboral se transformó en un problema de otras índoles, atravesadas directamente por la política. Los trabajadores, muy mal asesorados, no sólo pudieron mi renuncia. Ahora solicitan la de toda la junta directiva y, además, que se realice una constituyente. En el fondo, lo que está pasando en el Ateneo de hoy es una metáfora del caos, de la diáspora que se está viviendo en este país donde reina el desconcierto. Creo que los trabajadores, además de ser manipulados, están sumergidos en ese mismo caos.–Lo han acusado de permanecer mucho tiempo en la presidencia. ¿Qué responde a quienes lo señalan?–Fui electo en comicios libres, respetando siempre lo que legalmente establece nuestro estatuto. Mi gestión está a la vista y si no fui sustituido por la vía de elecciones, seguramente habría que preguntarse por qué no se presentaban planchas u otras opciones para dirigir los destinos de la institución.–Autoridades de la Gobernación de Carabobo también señalaron que llevarían a cabo una investigación sobre supuestas irregularidades en su gestión. –Cuando llegue el momento, enfrentaremos esa situación. Desde ya pueden comenzar las investigaciones de mis cuentas personales y de los activos familiares.–¿En qué afecta al Ateneo de Valencia la reducción de presupuesto para el sector cultural, anunciada por el gobernador?–En los años impares, cuando no se celebran las bienales de literatura ni el Salón Arturo Michelena, tal como fue anunciado en 2003, se organizaban tanto los coloquios de literatura como las lecturas retrospectivas de la colección, con fines pedagógicos. Tales actividades se verían afectadas con dichas reducciones. –El gobernador señaló que "el arte está secuestrado" porque, según dice, las obras del Salón Arturo Michelena no se están exhibiendo y están en un depósito propensas al deterioro. –Lamento que el gobernador no haya asistido nunca a las retrospectivas y a las exposiciones que, anualmente, realizamos de últimas adquisiciones patrimoniales o sencillamente de obras de la colección, junto con exposiciones transitorias. Reitero que el patrimonio está resguardado por empleados conocedores de la materia.–También han dicho que las obras deberían ser patrimonio de la gobernación. –Las bases del salón constituyen un documento público. Desde el año 1951, aún cuando el salón fue creado en 1943, se estableció que las obras premiadas pasaban a ser propiedad del Ateneo de Valencia."El tiempo será el gran juez, siempre con el final perfecto", concluye Oropeza citando una de las frases de Chaplin. "Al final sabremos qué hay detrás de todo esto", sentencia.

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